Inversión china en el sector eléctrico

l anuncio de que la empresa estatal china State Grid pretende adquirir la compañía de distribución eléctrica CGE, hoy en manos de capitales españoles, está generando un fuerte debate por el alcance que ello podría tener. Esto, porque la compañía china, que ya es propietaria en el país de la empresa del mismo rubro Chilquinta, se convertiría en el mayor actor de la distribución eléctrica en Chile.

Las observaciones han sido en dos ámbitos: participación mayoritaria de extranjeros en sectores estratégicos y concentración en un mercado que podría afectar la libre competencia.

Respecto de lo primero, la normativa que regula la inversión extranjera en Chile no establece limitaciones especiales de ese tipo, aplicándose a los capitales foráneos las mismas normas que a las inversiones chilenas en cuanto a requisitos. No se advierten en esta transacción elementos que entren en contradicción con la legislación vigente, y que darían pábulo a objetarla por este concepto.

El componente “estratégico” nunca ha sido considerado para efectos de autorizar una operación de este tipo. De hecho, en la mayoría de los servicios públicos básicos los principales actores son empresas extranjeras, las que han debido someterse a las regulaciones sectoriales respectivas. Un tema que en algún momento será necesario abordar es lo relativo a la seguridad en la protección de los datos, cuando el servicio que se ofrece involucre potenciales riesgos en este sentido. Ahondando en lo “estratégico”, también debería ser tomado en cuenta lo que significa que el inversionista interesado en esta operación sea también -como publicó este diario ayer- el principal comprador individual de cobre en China, a su vez el principal comprador de cobre chileno y nuestro primer socio comercial.

Respecto de la concentración de mercado, las instituciones que velan por la libre competencia deberán pronunciarse, a partir de las limitaciones que establece la ley para operaciones de este tipo, cualquiera sea la naturaleza del comprador, ya sea una empresa china o que su controlador sea el Estado.